LIBRA

Elemento que le caracteriza: Aire

Planeta que le rige: Venus

Principio que le gobierna: Equilibrio, armonía, estética.

Lema que le mueve: Yo equilibro.

El equilibrio, la armonía y la justicia son los objetivos principales de Libra. El símbolo de la balanza presenta la unión de dos polos, que a través de su equilibrio, produce la unidad en la duplicidad.

El planeta dominante de Libra es Venus, pero ya no es la sensual Venus apegada a la tierra del signo de Tauro, sino la Venus celestial de los signos de aire.

Como signo de la amistad, Libra intenta ponerse en contacto con el mundo que le rodea, a través de las relaciones amorosas. Busca el "tú" como complemento, para con él, poder experimentar su ser en una totalidad armónica.

Meditaciones para Libra

El principio de Libra se basa en la armonía, el amor, el "tú", el arte y la estética. Las meditaciones más acordes a este signo se corresponden pues con estas tendencias básicas.

Meditación de la paz

La paz y la armonía te llenan por completo. Deja que fluya esta energía pacífica, que te inunde, y ábrete para que la atmósfera de armonía pueda entrar a todas partes. Tú empiezas a irradiar paz.

Meditación Nadabrahma en compañía

Esta meditación es una antigua técnica tibetana. Osho también ha desarrollado una versión para parejas.

Meditación Metta

La palabra metta viene del hindú y significa amor desinteresado. Esta es la meditación del amor al prójimo. Forma parte de la senda budista y se la puede complementar con una meditación de la compasión y la participación en la alegría común, así como con una meditación de la serenidad.

El arte como objeto de meditación

Toda obra de arte se origina en un proceso meditativo. Su autor expresa en ella, contenidos que están situados más allá de la superficialidad. Por lo tanto, si le damos la vuelta, es posible alcanzar un estado meditativo a partir de la contemplación de las obras de arte.

Meditación Zen en el arte de la ceremonia floral

En el arte floral se simboliza la trinidad del mundo compuesta de cielo, hombre y tierra, y que ha de ser expresada en cada disposición de ramas y flores. La forma de colocarlas no depende de la preparación técnica y estética, sino que se origina en lo más profundo de nuestro interior.

Puedes encontrar más información en el libro de Gusty L. Herrigel: El Zen en el arte de la ceremonia floral.