sábado, 29 de diciembre de 2012

No hay caminos


Para comprenderse a uno mismo, uno tiene que ser enormemente flexible, y esa flexibilidad se niega cuando nos especializamos en la devoción, en la acción, en el conocimiento. 

No existen los caminos como la devoción, la acción, el conocimiento; y quien sigue cualquier de estos caminos separadamente, como un especialista, genera su propia destrucción


Es decir, quien se entrega a un camino concreto, a un enfoque concreto, es incapaz de ser flexible, y aquello que no es flexible se rompe. De la misma forma que un árbol que no es flexible se rompe con la tormenta, quien se ha especializado se rompe en momentos de crisis. 

Jiddu Krishnamurti - Obras completas, vol. V

Yoga, Ayurveda y Jyotis

Ayurveda

El vaidya o médico ayurvédico utiliza también la astrología para el diagnóstico y tratamiento del paciente. Además del diagnóstico supuesto, necesita conocer la influencia de los astros mediante el estudio de la carta natal o astral.

jyotis
En la tradición hindú, es habitual utilizar conjuntamente la medicina y la astrología. Ayurveda y jyotis se complementan.

Yoga y Ayurveda son disciplinas hermanas que comparten Samkhya como filosofía. Mientras el ayurveda tiene por objetivo el encuentro con nuestra verdadera naturaleza material (prakrti) y el vivir de acuerdo a ella, el yoga pretende el encuentro con nuestra verdadera naturaleza espiritual (purusa) e identificarnos con ella.

Hasta que no logremos ser realmente quienes somos, tanto a nivel material como espiritual, habrá sufrimiento añadido en nuestras vidas, desequilibrios y trastornos de salud.

Según el ayurveda, la mayoría de los desequilibrios perturbadores de nuestra salud son debidos a un estilo de vida insano, a un vivir a contracorriente, desconectados de la naturaleza, ignorando los ciclos vitales y los ritmos cósmicos. El yoga, que comparte los mismos principios que el ayurveda, propone prácticas equilibradas adaptadas a las necesidades de los practicantes, a las etapas de la vida (edad), al momento del día, la estación del año, clima, lugar, etc., y también al ciclo semanal.

Para el ayurveda, en nuestro interior residen tres fuerzas vitales llamadas dosa, que son:
vata - aire y espacio
pitta - agua y fuego
kapha - tierra y agua

Estas tres se relacionan con los tres guna de la naturaleza.    

   

viernes, 28 de diciembre de 2012

La mente que busca la verdad nunca la encontrará


Búsqueda de la verdad

La verdad no puede encontrarse a través de otra persona. Sin duda, la verdad no es algo estático; no tiene un lugar fijo; no es un fin, una meta. Por el contrario, es algo vivo, dinámico, alerta. 

¿Cómo puede ser un fin? Si la verdad es un punto fijo, ya no es la verdad; entonces es una mera opinión

La verdad es lo desconocido, y una mente que busca la verdad nunca la encontrará, porque la mente está hecha de lo conocido; es el resultado del pasado, del tiempo, lo cual cada uno puede observar por sí mismo. 

La mente es el instrumento de lo conocido y, por tanto, no puede encontrar lo desconocido; solo puede moverse de lo conocido a lo conocido. Cuando la mente busca la verdad, la verdad sobre la que ha leído en libros, esa verdad es una autoproyección, porque entonces la mente meramente persigue lo conocido, algo conocido más satisfactorio que lo anterior. 

Cuando la mente busca la verdad, está buscando su propia proyección, no la verdad. 

Jiddu Krishnamurti - Obras completas, vol. VI 


La verdad se encuentra en cada hoja, en cada lágrima


No se puede pensar sobre Dios o la verdad. Si se piensa en ello, no es la verdad. La verdad no se puede buscar; llega a uno. 

Uno solo puede perseguir lo conocido. Cuando la mente no está torturada por lo conocido, por los efectos de lo conocido, solo entonces la verdad puede revelarse a sí misma. 

La verdad se encuentra en cada hoja, en cada lágrima; tiene que conocerse de momento a momento. Nadie puede guiarle hacia la verdad; y, si alguien le guía, solo puede ser hacia lo conocido. 

Jiddu Krishnamurti - Obras completas, vol. VI


Cuando la mente encuentra lo sagrado

 

Un gran río puede contaminarse mientras pasa por una ciudad, pero, si la contaminación no es muy grande, el río se limpia mientras va avanzando, y al cabo de unas cuantas millas vuelve a estar limpio, fresco, puro. 

Del mismo modo, cuando la mente encuentra lo sagrado, entonces cada acto es purificador. 

A través de su mismo movimiento, la mente se hace inocente a sí misma, y por tanto no acumula. 

Una mente que ha descubierto lo sagrado está en constante revolución; no la revolución económica o social, sino una revolución interna a través de la cual constantemente se purifica a sí misma.

Su acción no está basada en una idea o fórmula. De la misma forma que el río, con un enorme volumen de agua detrás de él, se limpia mientras fluye, la mente se limpia a sí misma cuando ha encontrado lo religioso y sagrado. 

Jiddu Krishnamurti - Obras completas, vol. XV


viernes, 7 de diciembre de 2012

Sutra 2 de Patanjali


Sutra 2: ¿Qué es el Yoga?
Yogah cittavrtti nirodhah
El Yoga es el cese de movimientos en la consciencia.

El Yoga está definido como la restricción o inhibición de las fluctuaciones de la consciencia individual.

El Yoga ofrece los medios para comprender el funcionamiento de la mente y ayuda a serenar sus movimientos, conduciéndonos hacia un estado de silencio que mora en la sede de la consciencia. El objetivo del practicante de Yoga es llevar la consciencia a un estado de pureza y transparencia.

El Yoga es, pues, el arte y la ciencia de la disciplina mental a través de la que se cultiva y madura la mente.



Citta es traducido por conciencia. No debe entenderse sólo como mente.
Citta tiene tras componentes:
- mente (manas),
- inteligencia (buddhi),
- ego (ahamkâra)
que se combinan conformando un solo compuesto.

Citta puede imaginarse como un fluido que envuelve el ego, la inteligencia y la mente.

Este "fluido" tiende a nublarse y tornarse opaco debido a su contacto con el mundo externo a través de sus tres componentes.

Asthanga Yoga


Asthanga Yoga


Un árbol tiene raíces, tronco, ramas, hojas, corteza, savia, flores y frutos.

Cada uno de estos componentes posee una identidad separada, pero cada componente no puede constituir él solo un árbol.

Lo mismo ocurre con el Yoga.

Al igual que todas las partes reunidas conforman un árbol, así también los ocho estadios reunidos forman el Yoga.

Los principios universales de Yama en las raíces, y las disciplinas individuales de Niyama conforman el tronco.

Las Asanas son como varias ramas extendiéndose en distintas direcciones.

El Pranayama, que ventila el cuerpo con energía, es como las hojas que ventilan el árbol.

Pratyahara evita que la energía de los sentidos fluya al exterior, igual que la corteza protege el árbol para que no se pudra.

Dharana es la savia del árbol que mantiene firme el cuerpo y el intelecto.

Dhyana es la flor que al madurar se convierte en el fruto de Samadhi.

Da igual suerte que el fruto es el desarrollo superior de un árbol, la realización de nuestro verdadero sí-mismo constituye la culminación de la práctica de Yoga.

B.K. Iyengar