jueves, 16 de agosto de 2012

No grites, no juzgues, no ofendas, no humilles.

De todas las frases que leo habitualmente quiero destacar esta:

Los gritos son señal de debilidad.
La humillación es señal de pobreza interior.
La calumnia es señal de envidia.
La agresividad es señal de inseguridad.


 
Todos en algún momento gritamos, humillamos, calumniamos y agredimos. El problema es que muchas veces lo hacemos sin darnos cuenta.

El primer paso es darse cuenta, aunque sea acto seguido de "meter la pata" y procurar no volver a repetirlo.

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