La alegría de vivir

Gracias, gracias y mil veces gracias al yoga.

Aunque ya lo he comentado en post anteriores, merece la pena repetirme.

¿Cómo puede ser que después de un día desastroso pueda sentir la alegría de vivir, la alegría de respirar?

Parece complicado, pero es tan, tan sencillo. 

Efectivamente, la respiración es la piedra angular del yoga, sentir el aire entrar por tus fosas nasales, esa pequeña pausa casi imperceptible y luego la expulsión. Notar el cambio de temperatura del aire en la inspiración y la espiración.

En la inspiración, tu abdomen se hincha, tus costillas, la parte superior del pecho...No tengas prisa, disfruta de esa sensación.

Ahora hay que exhalar, expulsar el aire cálido, soltar el cuerpo, relajarse y disfrutar.

Estás tumbado, boca arriba, cómodo y a gusto. Siente como la tierra te abraza.

Disfruta la alegría de vivir.